marca y su publicidad hoy en día apelan a los valores y necesidades de los consumidores con la finalidad de crear acciones de consumo, para este objetivo se ha utilizado el recurso conceptual de la magia a través de mundos oníricos, personajes de cuentos de hadas, etc.
Los productos buscan dar respuesta a la necesidad del consumidor a través de valores como seguridad, desarrollo, cultura, identidad, etc. En la actualidad la funcionalidad del producto ha perdido importancia, ya que la imagen publicitaria crea en el publico la necesidad y la acción de consumo y progresivamente la estrategias publicitarias se apoyan en diferentes recursos.
Los universos apetecibles que se crean en torno al producto despiertan el interés de su público consumidor, haciéndolos parte de un mundo mágico y excepcional; en este aspecto, no se trata solamente de conseguir una imagen complaciente que llame la atención del espectador o apelar al imaginario colectivo de una sociedad, sino que a través de este recurso se busca enfatizar las consecuencias positivas que otorgan la adquisición del producto, es decir que no solo se busca convencer y promocionar, se quiere además crear ideología.
El nivel de importancia que han cobrado los mundos mágicos en la publicidad es tanta que en algunas ocasiones el universo de la marca precede al producto, es así como la marca ha llegado hasta los productores superando al público consumidor. Si bien es cierto en algunos casos la funcionalidad misma del producto ha sido superada por el entorno onírico de su publicidad, debemos considerar que de alguna manera se ha rescatado o resucitado la magia propia de los cuentos de hadas, situando la realidad y la necesidad del público en un mundo de ligerezas, pero feliz.
Un ejemplo es la campaña publicitaria de BCP, que utiliza a un cuy como un personaje idealizado, como aquel personaje mágico que logrará que tu mundo se feliz y agradable.